Un criminal retirado de la mafia japonesa Yakuza, fue arrestado en Tailandia luego de pasar 14 años como fugitivo de la justicia. Pero lo extraño del caso es que sus tatuajes Yakuza fueron los culpables de su arresto, luego de que se volvieron virales.
El fugitivo de 74 años de edad fue aprehendido cuando estaba comprando en el mercado central de Tailandia, en el pueblo de Lopburi, el pasado miércoles.
Cuando llegó a Tailandia en 2005, se casó con una mujer local y al parecer se había establecido con la intención de retirarse siendo fugitivo. Según reportes, dos o tres veces al año recibía visitas de hombres japoneses.
Pero la paz en el sureste asiático se vio interrumpida cuando las autoridades finalmente lo encontraron. La razón es el poder del Internet.
Los tatuajes de patrones elaborados fueron fotografiados por una persona que desconocía quién era el mafioso. Esta persona compartió las fotos de gente jugando ajedrez en las calles, donde aparecía el fugitivo y el distintivo arte en los tatuajes.
Las fotos pronto se hicieron virales, compartidas más de 10 mil veces. Las fotos también mostraban que le faltaba el meñique, algo particularmente interesante de los miembros de la Yakuza. Muchas veces se les corta la punta del dedo como compensación por alguna ofensa o error dentro de la banda. El ritual se llama yubisume.
Fue gracias a esas publicaciones que la policía japonesa supo donde estaba. Luego de su detención por entrar ilegalmente a Tailandia, será extraditado a Japón donde enfrenta cargos por homicidio.
Según la policía, “el sospechoso admitió ser el líder de una sub pandilla llamada Kodokai”, dijo el vocero, Gen Wirachai Songmetta.
La mafia japonesa recibe muchas ganancias de sus negocios en juego, prostitución y tráfico de drogas y hackeos cibernéticos. La mafia son parte de la sociedad japonesa desde hace siglos, se estima que tiene 60 mil miembros actualmente.
El fugitivo de 74 años de edad fue aprehendido cuando estaba comprando en el mercado central de Tailandia, en el pueblo de Lopburi, el pasado miércoles.
Había estado viviendo en ese país desde que huyó de Japón, luego de que se emitiera una orden de arresto en su contra por masacrar a una pandilla rival en 2003 y asesinar a un enemigo.
Cuando llegó a Tailandia en 2005, se casó con una mujer local y al parecer se había establecido con la intención de retirarse siendo fugitivo. Según reportes, dos o tres veces al año recibía visitas de hombres japoneses.
Pero la paz en el sureste asiático se vio interrumpida cuando las autoridades finalmente lo encontraron. La razón es el poder del Internet.
Los tatuajes de patrones elaborados fueron fotografiados por una persona que desconocía quién era el mafioso. Esta persona compartió las fotos de gente jugando ajedrez en las calles, donde aparecía el fugitivo y el distintivo arte en los tatuajes.
Las fotos pronto se hicieron virales, compartidas más de 10 mil veces. Las fotos también mostraban que le faltaba el meñique, algo particularmente interesante de los miembros de la Yakuza. Muchas veces se les corta la punta del dedo como compensación por alguna ofensa o error dentro de la banda. El ritual se llama yubisume.
Fue gracias a esas publicaciones que la policía japonesa supo donde estaba. Luego de su detención por entrar ilegalmente a Tailandia, será extraditado a Japón donde enfrenta cargos por homicidio.
Según la policía, “el sospechoso admitió ser el líder de una sub pandilla llamada Kodokai”, dijo el vocero, Gen Wirachai Songmetta.
La mafia japonesa recibe muchas ganancias de sus negocios en juego, prostitución y tráfico de drogas y hackeos cibernéticos. La mafia son parte de la sociedad japonesa desde hace siglos, se estima que tiene 60 mil miembros actualmente.
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