Nació prematuro, al ver su sufrimiento la enfermera hizo lo que nadie se atrevía

Este vídeo desde el primer momento en que empiezas a verlo te conmueve hasta las lágrimas y te hace querer con todo tu corazón que los bebesitos nunca tuviesen que enfrentarse a situaciones tan dolorosas.

Los bebés, de todas y cada una de las especies, son la cosa más linda del planeta. A mis ojos son perfectos y evocan la imagen ideal de lo que es la inocencia, la debilidad, la dulzura y el amor. quizá de ahí es que las madres nos ablandemos tanto con tan solo verlos.

Por esto se hace realmente triste y doloroso verlos padecer, caer en la cuenta que están enfermos y que luchan por salir adelante, se aferran a la vida pese a que pareciese que tuviesen todo en contra.

Este vídeo exactamente cuenta la historia de un chiquito que nació prematuro y cuyo caso conmovió a todo el mundo que lo rodearon al ver como luchaba contra el dolor y procuraba con sus fuerzas subsistir.



Sus inconvenientes empezaron cuando Sarah, su madre, desarrolló una grave enfermedad que a la 27 semanas de embarazo derivó en un fallo multiorgánico que puso su vida y la de su hijito en grave riesgo.

Como su organismo fallaba los médicos decidieron que, si bien era bastante prematuro, debían sacar al bebé a través de una cesárea de urgencia y darle la ocasión de batallar por su vida.

Connor, nombre que le dieron estos progenitores canadienses al débil bebesito, medía poco más que una mano adulta y nació pesando tan solo 900 gramos, su vida empezaba de una bastante difícil manera…



Gwenn no pudo ser indiferente a este dulce ángelito y lejos de actuar con frialdad por la costumbre de ver casos bastante difíciles diariamente, y a pesar de que la mayor parte de médicos tenían poquísimas esperanzas en su porvenir, se comprometió con su mejora.

 Se esforzó en todo cuanto pudo para cuidarlo y hasta le cosió dos vestiditos. Ella confiesa que no aguantaba verlo padecer, mas se negaba a perder la esperanza y de ahí que rezaba infatigablemente por su restauración.

Cuando los progenitores se enteraron, afloró en ellos un enorme agradecimiento puesto que se sentían bendecidos al saber que alguien tan singular cuidaba con tanta dedicación a su pequeño.

Los cuidados de los 3 por fin rindieron frutos y después de una dura lucha Connor consiguió salir adelante, se fue robusteciendo poquito a poco hasta el día en que pudo ir a casa con sus progenitores.

El día de hoy es ya un pequeño grande, mas Sarah y su esposo se han encargado que jamás olvide a la singular mujer que lo asistió a subsistir, por esta razón decidieron darle una preciosa sorpresa donde recordaron los días en que el bebesito estuvo en el centro de salud, sus cariñosos cuidados y el apasionante resultado de un pequeño que merced al amor le ganó la batalla a la muerte.

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