Aunque el punto G es aproximadamente sensible conforme las mujeres, su potencial erótico debe trabajarse. Una vez localizado, y estimulado, el punto G deja acceder a un placer más intenso, más voluptuoso y más largo que un clímax clitoriano.
Al revés de lo que ciertas personas puedan meditar, este punto y el clítoris no son lo mismo.
El segundo es como una bola que se sitúa a la entrada de la vagina; mientras que, el punto G se puede identificar ya en la vagina, introduciendo el dedo, donde hay que palpar una suerte de bulto que en su superficie tiene como unos pequeños gránulos. Al estar más profundo, es algo más bastante difícil que hallar, de ahí que se aconseja masturbarse y darse placer para conocerse a una misma. Ponte algo de música, juega con algún juguete… A fin de que comprendas mejor como hacer sentir en el cielo a tu pareja o bien algún pollo que desees que jamás te deje.
Las paredes de la vagina, poseen multitud de puntos erógenos. Entre ellos, se halla el punto G. Recibe su nombre por la inicial del doctor Grafenberg, quien lo descubrió (o bien cuando menos fue el primero en charlar de él) en mil novecientos cuarenta y cuatro. Si bien actualmente ya absolutamente nadie duda de que es una realidad, prosigue habiendo bastantes personas que no saben de qué forma estimularlo... ¡Prosigue leyendo para descubrirlo!
¡No, el punto G no es ningún mito! Quien lo ha estimulado, sabe el enorme placer que puede llegar a suministrar, mas primero hay que saber qué es y de qué manera procurarlo, puesto que para muchas mujeres no es labor simple. Puedes comenzar con su muy frecuente busca con ciertas posturas del kamasutra que te planteamos o bien aprender un poco más de esta zona erógena en el presente artículo para descubrirlo misma con tus manos...
Al revés de lo que ciertas personas puedan meditar, este punto y el clítoris no son lo mismo.
El segundo es como una bola que se sitúa a la entrada de la vagina; mientras que, el punto G se puede identificar ya en la vagina, introduciendo el dedo, donde hay que palpar una suerte de bulto que en su superficie tiene como unos pequeños gránulos. Al estar más profundo, es algo más bastante difícil que hallar, de ahí que se aconseja masturbarse y darse placer para conocerse a una misma. Ponte algo de música, juega con algún juguete… A fin de que comprendas mejor como hacer sentir en el cielo a tu pareja o bien algún pollo que desees que jamás te deje.
Las paredes de la vagina, poseen multitud de puntos erógenos. Entre ellos, se halla el punto G. Recibe su nombre por la inicial del doctor Grafenberg, quien lo descubrió (o bien cuando menos fue el primero en charlar de él) en mil novecientos cuarenta y cuatro. Si bien actualmente ya absolutamente nadie duda de que es una realidad, prosigue habiendo bastantes personas que no saben de qué forma estimularlo... ¡Prosigue leyendo para descubrirlo!
¡No, el punto G no es ningún mito! Quien lo ha estimulado, sabe el enorme placer que puede llegar a suministrar, mas primero hay que saber qué es y de qué manera procurarlo, puesto que para muchas mujeres no es labor simple. Puedes comenzar con su muy frecuente busca con ciertas posturas del kamasutra que te planteamos o bien aprender un poco más de esta zona erógena en el presente artículo para descubrirlo misma con tus manos...
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